DE LA FÁBRICA A LA CARRETERA
El objetivo de las señales de tráfico es informar de una manera clara, concisa e inequívoca de lo que puede o debe hacer el usuario de la vía, y de lo que no, siempre dentro de unas normas. Para que esto ocurra, las señales deben cumplir cuatro requisitos indispensables: tienen que ser visibles, ya que si no es así, no sirven de nada; en segundo lugar, ser legibles a la velocidad a la que esté permitido circular en la vía; en tercero, también deben ser comprensibles. Por último, deben ser creíbles. Estas cuatro características son vitales para que las señales de tráfico sean efectivas.
En la actualidad, el proceso de fabricación de las señales de tráfico se puede dividir en cinco etapas: mecanizado, pintado, preparación, aplicación y, finalmente, el anclaje.
El proceso termina con la fase de marcado y anclaje, etapa en la que se colocan los elementos de anclaje (abrazaderas, tornillos, etc.), se identifica la señal en su reverso con el nombre del fabricante y su fecha de fabricación, nombre del cliente, marcado CE, marca de calidad y fecha de reposición recomendada. Una vez embalada la señal para protegerla, se carga y se lleva a su destino, a la espera de su instalación definitiva en calles y carreteras, donde cumplirán la labor para que han sido fabricadas.
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https://www.youtube.com/watch?v=TXhL6BjlUkU
Fuente:
DGT, «¿Cómo se fabrica una señal de tráfico?«, [02/2016], disponible en la web: http://revista.dgt.es/es/reportajes/2016/02FEBRERO/0216-Asi-se-fabrica-una-senal.shtml#.V34weeQ1b0E
RTVE, «Fabricando Made in Spain – Señales de tráfico» [03/12/2015], disponible en la web: http://www.rtve.es/alacarta/videos/fabricando-made-in-spain/fabricando-made-in-spain-senales-trafico/3392987/
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