UNA SOLUCIÓN EFICIENTE
En la actualidad, las cubiertas verdes o cubiertas ajardinadas son un componente importante en el desarrollo urbano sostenible. Gracias a las ventajas económicas y ecológicas aportan beneficios al medio ambiente urbano y a sus habitantes, a la vez que mejoran la esperanza de vida y el balance energético de los edificios.
Demostrar la eficacia energética de las cubiertas verdes ha sido el objetivo fundamental de una investigación realizada por las universidades Politécnica de Madrid (UPM) y la italiana Politecnica delle Marche (UNIVPM). El estudio se ha publicado en la revista Energy and Buildings.
Los investigadores han desarrollado un modelo numérico con el que han conseguido probar los efectos sobre el enfriamiento pasivo de los edificios provocado por la variación de la densidad de vegetación de las cubiertas ecológicas. Con tan sólo un error que varía entre el 5 y el 7 % este modelo podría utilizarse para estudiar el ahorro energético generado por estos elementos arquitectónicos.
Las cubiertas verdes con elevada densidad de vegetación son el 60% más eficientes energéticamente que las que no tienen vegetación
Largos años de investigación
A pesar de que las cubiertas verdes se hayan utilizado durante mucho tiempo, sólo durante los últimos 20 años ha habido un creciente interés en sus beneficios energéticos y ambientales, tanto a nivel urbano como a nivel de edificio. De hecho, en los últimos años, muchos estudios se han ocupado de estos aspectos, aunque la complejidad de los fenómenos asociados con el comportamiento termo-físico de las cubiertas verdes implica que todavía no se haya desarrollado un modelo de análisis que pueda fácilmente integrarse en el proceso de diseño del edificio.
Muchos estudios sobre la eficiencia energética de las cubiertas verdes se basan en el desarrollo de modelos matemáticos complejos que implican una comprensión de las características de vegetación y sustrato.
Ventajas de incluir cubierta verde en edificios
1. Reducción del efecto isla de calor
El calentamiento global, el aumento de superficies impermeables y el exceso de calor de los edificios residenciales, la industria y el tráfico están dando lugar a aumento de la temperatura continuamente dentro de las aglomeraciones urbanas. La diferencia de temperatura entre una ciudad y el campo circundante se conoce como el efecto isla de calor urbano. En el verano esta diferencia puede llegar a casi 10 ° C. El efecto isla de calor urbano reduce drásticamente la calidad de vida y afecta la salud de los habitantes de la ciudad. Los espacios naturales, zonas verdes y parques, pueden absorber hasta un 80% de la energía de entrada. En las zonas densamente pobladas los espacios verdes son escasos. Las cubiertas ajardinadas son una alternativa, ya que reduce el «efecto isla de calor urbano» a través del proceso de la transpiración y humidificar el aire seco. Este proceso mejora el clima y el ambiente urbano.
2. Retención de aguas pluviales
Los techos verdes son instrumentos muy importantes en la prevención de inundaciones locales. Dependiendo del sistema de techo verde y la profundidad del medio de cultivo, el agua de lluvia que va directa al alcantarillado puede ser reducida un 50-90%. La mayor parte de esta agua vuelve directamente al ciclo natural del agua por la transpiración/evaporación de la cubierta verde y el resto de agua que no es retenido por el sistema de cubierta y es excedente se filtra y se cede gradualmente al alcantarillado. Esto lleva a reducir el estrés en el sistema de alcantarillado durante el año y en los períodos de precipitación máximo. Esto da como resultado un menor dimensionamiento de las redes de alcantarillado y en consecuencia menores costes de construcción y mantenimiento de éstas.
3. Reducción de los niveles de contaminación
La contaminación del aire interior de la ciudad puede causar graves efectos adversos para la salud. En particular, los óxidos de nitrógeno, monóxidos de carbono, compuestos orgánicos volátiles y los gases de escape del diesel están creando combinaciones peligrosas de sustancias tóxicas para los habitantes urbanos.
La vegetación es capaz de mejorar la calidad del aire. Un metro cuadrado de cubierta verde puede filtrar 0,2 kg de polvo en aerosol y partículas de smog por año. Además, los nitratos y otros materiales peligrosos en el aire y la lluvia se depositan en el medio de cultivo.
4. Creación de nuevos hábitats para la fauna
Las cubiertas verdes pueden compensar parte de las áreas verdes perdidas por la construcción de edificios y crear oasis en medio de los estériles centros de nuestras ciudades. Muchos insectos, pájaros y plantas pueden encontrar refugio en espacios anteriormente perdidos en la naturaleza.
5. Mejora del paisaje urbano
Las cubiertas ajardinadas son la solución a la alta densidad de edificación de la mayoría de nuestras ciudades. En un momento en que el precio de los terrenos se ha convertido en un motivo que dificulta la creación de zonas verdes, no deberíamos olvidar los miles de m2 perdidos encima de los edificios.
En este vídeo podemos ver el proceso y el resultado al incluir en nuestro tejado una cubierta verde o ajardinada:
Fuente:
Técnica Industrial, «Cubiertas vegetales para refrigerar edificaciones de forma sostenible«, [03/2016], disponible en la web: http://www.tecnicaindustrial.es/TIFrontal/a-6258-Cubiertas-vegetales-refrigerar-edificaciones-forma-sostenible.aspx
Asociación Española de Cubiertas Verdes (ASESCUVE), disponible en la web: http://www.asescuve.org/cubiertas-verdes/
Deja una respuesta